Fabián lleva casi 10 años persiguiendo el sueño de ser periodista y hoy está a un paso de culminar la anhelada carrera. Un puntaje fallido lo acercó a la locución y al relato deportivo, que es a lo que se dedica hoy con los partidos de Primera B en TNT Sports. El último partido de la Sub17 en el Sudamericano de Ecuador lo acercó por segunda vez en su carrera a la televisión abierta. Pero esta vez, a diferencia de hace tres años, con más seguridad y confianza en sí mismo.
Fabián está sentado afuera del estudio de grabación de la Escuela de Periodismo. Luego del saludo cordial, camina lentamente hacia el locutorio. Sostiene el gancho de un traje en la mano derecha, porque «de aquí me tengo que ir a trabajar», dice. «Solo te voy a quitar 5 minutos», le respondo. «Pero te anticipo que tiendo a irme por las ramas», dice, mientras sonríe. Limpia sus anteojos, se sienta y empieza una conversación que, sin darnos cuenta, casi triplicó el tiempo pactado.
–¿Cómo llegaste a este mundo de relatar partidos de fútbol?
-Comencé a relatar muy chico. A los 10 años jugaba con mis amigos al PlayStation y yo era quien relataba siempre. A los 18 di la PSU porque quería estudiar periodismo, pero no me alcanzó el puntaje y terminé en locución, en un instituto, lo que me permitió pulirme a nivel vocal. A los 18 también hice un curso con Claudio Palma y Alejandro Lorca y obtuve la mejor calificación. A comienzos de 2015, Claudio me dijo que tenían un proyecto y necesitaban un relator joven. Y esa fue mi primera gran experiencia porque partí trabajando en T13 Radio de manera profesional.
–¿Y cómo fue ese inicio en la radio?
-Fue bastante meteórico para la edad que tenía. No dimensioné el mundo en el que estaba entrando y, poco a poco, lo fui sopesando. Fue adrenalínico, intenso, fue rico, pero también muy duro. Ahí estuve con Ignacio Valenzuela y con Claudio Palma.
–¿Y te ha pasado que te confunden con Palma? El tono y el estilo suenan parecidos.
-Sí, me ha pasado que me confunden con Claudio Palma. Él me apadrinó, me llevó a la radio. De hecho, hay una nota de La Cuarta en 2015 en donde yo digo eso y él también me ha mencionado cuando se lo consultan. Además que tenemos tonos muy parecidos. Yo tengo un tono muy grave al igual que él, tenemos inflexiones de voz similares. Yo vengo de su escuela y me formé con admiración hacia él. Y uno cuando hace un oficio siempre se inicia imitando ciertas cosas del relator que le gusta.
–¿Tú encuentras entonces que tu estilo es muy similar al de él?
-En un comienzo se parecía y ya con el tiempo he ido encontrando lo mío. Mis frases, mis palabras, mi forma de iniciar una transmisión, de encarar un partido. Hoy en día escucho una transmisión de Claudio y siento que tenemos muchas diferencias. Otra diferencia es que hoy en día relato en radio y en televisión.
-¿Crees que la radio te llevó a la televisión?
-Totalmente. Me formé como relator radial y de ahí llegué a la televisión. Esa también es una diferencia: Claudio solo relata en televisión y eso también marca diferencias en cuanto al ritmo y a las inflexiones. El futbolero puro y duro, que ve fin de semana tras fin de semana el canal, puede notar las diferencias entre Palma y yo.
–Y con la trayectoria que tienes como relator, ¿por qué seguiste insistiendo con el periodismo?
-Hice el camino al revés. Hay muchos periodistas que sueñan con relatar y tienen que partir reporteando y haciendo el trabajo duro del periodista para poder llegar algún día a esa caseta que está en el último piso del estadio y relatar. En mi caso, afortunadamente, fue al contrario porque partí relatando. Pero insisto en el periodismo porque es algo que desde los 18 años quería y sigo queriendo hacer. Y me encantaría conducir algún programa o estar en un panel. O salir a terreno. Sinceramente, siento que me puede abrir puertas hacia otras aristas del periodismo deportivo.
-¿Se podría decir que quieres marcar una diferencia? Teniendo en cuenta que existen muchos relatores de oficio y que el resto no siempre son periodistas.
-Sí. De hecho hay un colega, Patricio Barrera, que es relator, periodista y locutor. Él tiene las tres aristas que yo quiero y ese es un plus que finalmente te abre más caminos y oportunidades de trabajo.
–Y sobre tu reciente experiencia relatando un partido de la Sub17 en televisión abierta, ¿podrías contarnos cómo te sentiste?
-Esta fue mi segunda vez relatando en televisión abierta. En 2020 tuve la primera oportunidad de hacerlo en un partido de Chile vs Venezuela y fue un Canal13. En esa oportunidad estaba muy nervioso. Llevaba un par de meses sin radio y no tenía experiencia televisiva. La exposición fue muy fuerte y en ese partido que me tocó narrar Chile estaba en competencia, jugándose algo. Ahora ya cuento con un trabajo estable y no tengo esa presión de mostrarme para que alguien me entregue una oportunidad. Y como Chile ya estaba eliminado, se dieron muchas cosas para que la transmisión fuera muy relajada y tranquila. Comencé algo tenso, pero a los 15 minutos me solté muchísimo. Y en un momento hasta se me olvidó que estaba en televisión abierta.
–¿Y qué herramientas te ha entregado la Escuela para poder manejar ese nerviosismo?
-Creo que el 70 por ciento del aprendizaje que he tenido en la carrera eran cosas que no tuve en locución. Sobre prensa escrita, investigación, que no tienen nada que ver con el relato, y con lo que hago en mi día a día, pero que ciertamente me van a servir a futuro. El ramo de locución con la profesora María Fernanda Moena, a pesar de que yo ya había llegado como locutor, me ayudó mucho. Ella es actriz y el contenido de locución es para periodistas. Y yo tuve locución para locutores, llegué con esa base. Ese ramo fue muy distinto aquí en la carrera y me ayudó mucho a soltarme y a ir mejorando mucho mi voz. Se podría decir que llegué como locutor y acá en periodismo me solté.