La competencia de remo de Santiago 2023 logró paralizar a todo Chile. Los cuatrillizos: Antonia, Melita, Ignacio y Alfredo dejaron de ser una historia anecdótica para convertirse en leyenda. Los hermanos originarios de San Pedro de la Paz han dedicado su vida a bogar en la Laguna Grande, la misma donde se desarrolló la competencia panamericana. Y fue allí donde lograron ser campeones panamericanos.
Los Abraham se integraron a corta edad al Club de Regatas Miramar, única institución deportiva ligada al remo en la comuna, en 2007, el mismo año que se fundó. Aunque por aquella época la invitación a formar parte era solo para Ignacio, la logística de la vida y en especial la de su madre, hizo que sus tres hermanos también ingresaran. Melita madre quería que todos sus hijos hicieran deporte. Y ojalá que el mismo, para llevar y traer a los cuatrillizos juntos.
“Lo invitaron a remar y por supuesto que vinieron los otros tres también. Yo soy práctica en ese sentido, siempre le dije a los niños: ‘Si ustedes hacen basquetbol, todos a basquetbol’. Porque para mí era más fácil llevarlos a los cuatro. No tenía el tiempo para estar llevándolos uno por uno a cada uno de los deportes”, comentó Melita Schüssler, madre orgullosa de los cuatrillizos en una entrevista con CNN.
Curauma, el segundo hogar
Tras una ardua formación a nivel juvenil, el entorno de los Abraham presentía el talento que presentaban y el futuro que les deparaba; especialmente a Antonia y Melita, hermanas que pese que en un principio se mostraron reacias a competir juntas, rápidamente descubrieron el enorme potencial que tenían como dupla. La laguna de Curauma, en el sector de Placilla y a la salida Valparaíso, fue el lugar elegido para seguir creciendo. Allí estaba el cuartel general del remo de alto rendimiento chileno y estaban obligados a dejar la región del Biobío.
Pese a que las expectativas sobre el sitio eran altas, el tiempo y el destino comenzarían a decir otra cosa. En 2016 y en plena preparación para los Juegos Olímpicos de Río, el Centro de Entrenamiento Olímpico de Remo y Canotaje terminó completamente destruido tras un incendio que afectó las instalaciones del lugar.
“Cuando se prendió fuego, Neven Ilic, quien era presidente del Comité Olímpico de Chile, consultó todas y cada una de las cosas que necesitábamos y que teníamos que hacer. Automáticamente colaboramos y participamos de esa nueva construcción”, dijo el español Bienvenido Front, actual entrenador de la delegación chilena de remo.
Pese a que las pérdidas fueron significativas, la colaboración constante del COCh en conjunto con la autogestión de los remeros, permitió rápidamente volver a poner en marcha al centro de alto rendimiento.
“Neven (Ilic) fue el primero en llegar, a las 9 de la mañana. Se reconstruyó todo súper rápido, más de lo que pensábamos. Nosotros nunca dejamos de entrenar acá. Esperamos a que se reconstruyera para poder venirnos a vivir acá. Ahora tenemos un centro que ha sido reconstruido dos veces por el incendio. Tenemos material, buenos botes y todo lo que necesitamos. La Federación ha trabajado muy bien”, confesó Antonia Abraham.
El retorno a San Pedro de la Paz y el reencuentro con Miramar
El fuego no sería el único factor que intentaría frenar a los oriundos de la Región del Biobío, sino que, paradójicamente también el agua. Las sequías que azotan temporalmente a Chile en 2020 dejaron a toda la delegación sin un lugar propicio para entrenar. El agua almacenada en el estanque terminó siendo utilizada para proveer a las comunidades aledañas. La situación fue tal que terminó echando por el piso las pretensiones de realizar los Juegos Panamericanos en aquel lugar.
De todas maneras, la incertidumbre duró poco y la idea era clara: volver al sitio que los vio crecer, la Laguna Grande de San Pedro de la Paz y su querido Club de Regatas Miramar.
“El club nos ha hecho creer en que el trabajo duro es la clave. Nosotros partimos cuando no tenía nada, lo formamos con nuestros amigos. Cuando éramos chicos hacíamos bingos, rifas, nos quedábamos colocando adoquines y eso nos mantuvo siempre con los pies en el piso. Es lo que más rescato de mi club: la humildad con la que nos formó”, recordó Melita Abraham.
El camino no fue fácil, pero sin duda que provechoso. No solo para los cuatrillizos, sino que, para el crecimiento del deporte en general. Aquel club que contaba con poco y nada hace más de una década, en la actualidad posee instalaciones y equipamiento que, en palabras del presidente de la Confederación Panamericana de Remo, Fernando Ucha, “no tiene nada que envidiar y es el mejor lugar de América para remar”.
En Santiago 2023, la participación de los hermanos Abraham alcanzó un total de dos medallas de oro, tres de plata y dos bronces y fue parte fundamental del deporte que más preseas ha otorgado al Team Chile en el medallero global de la actual competencia. Además, como si fuera poco, Antonia y Melita se transformaron en las deportistas con mayor cantidad de medallas aportadas a Chile en la historia de los Juegos Panamericanos, con ocho metales conseguidos entre Toronto 2015 (1), Lima 2019 (2) y Santiago 2023 (5).