«Profe, profe. Entrevisté a un canadiense en inglés». La estudiante llega eufórica al MPC, nuestro centro de operaciones y el de todos los periodistas acreditados en Santiago 2023, directamente a hablar con nosotros, los profesores editores. «Muy bien, la felicito», le respondimos. «Es que yo no sé inglés profe», nos dijo. Quedamos atónitos.
Un total de 48 alumnos de Periodismo Finis formaron el grupo Young Reporters, que estuvo a cargo de los contenidos de las plataformas de Panam Sports, tanto en la web como en redes sociales, y bajo la supervisión de dos profesores. La oportunidad sirvió para que los estudiantes tuvieran la vivencia del reporteo motivados por la cobertura de un gran evento. El régimen de trabajo de 17 días sin horarios fijos fue complejo, pero dio pie al fortalecimiento de actitudes que son clave en el periodismo de medios como el trabajo en equipo, la coordinación y, especialmente, la solidaridad.
La historia comenzó en agosto pasado. Neven Ilic, presidente de Panam Sports, firmó el acuerdo de colaboración con Cristian Nazer, rector de la Universidad Finis Terrae, y con Alberto López-Hermida, director de Periodismo Finis. Los Young Reporters eran una realidad y venían ahora los talleres de formación.

Durante siete semanas, los jueves después de clases, los alumnos concurrieron sagradamente a enterarse sobre periodismo deportivo, el evento de los Juegos Panamericano y su enorme relevancia, y el trabajo en equipo.
A nuestro parecer, lo más complejo estaba resuelto. Nuestros alumnos son versátiles en el uso de herramientas de edición digital y también discriminan adecuadamente los soportes para publicar contenidos. Por lo tanto, solo faltaban encantarlos con el periodismo deportivo, pero el gran evento que teníamos ad portas se encargaría de hacerlo.
Las señales del éxito
El primer indicio de que las cosas iban bien la dieron los alumnos de cuarto año, quienes espontáneamente programaron una jornada de repaso en el uso del editor de contenidos WordPress con sus compañeros de primero.

La segunda señal ocurrió en el penúltimo taller. Preguntamos si había conocedores o fanáticos de los deportes en competencia. Aparte de los 25 que querían cubrir fútbol, y que se autodefinían como especialistas, un rayo de luz cruzó el estudio de TV y se posó sobre una alumna que dijo ser dominadora de… la pelota vasca. Acto seguido apareció otra que era experta en halterofilia y otra con los deportes de contacto. El bonus track fue un cuarto alumno que solicitó cubrir el golf y que dijo ser fanático de los birdies y los bogeys. Los dioses estaban con nosotros. Después de eso, nada podía resultar mal.
Panam Sports ayudó mucho en el encantamiento de nuestros alumnos con el evento. Las charlas con Michael Muller, encargado de las nueve señales de televisión del Panam Sports Channel; y de los encargados de comunicaciones Alejandro Goycoolea y Kevin Nutley, sirvieron para dimensionar el multievento con 58 disciplinas y 41 países en competencia. Pero la magia llegaría después.
El MPC y el parque Estadio Nacional
Tres días antes del inicio de los Juegos Panamericanos, los Young Reporters reconocieron su centro de operaciones. El MPC (Main Press Center) era una carpa de 1.500 metros cuadrados, con la testera donde más tarde se realizarían todas las ruedas de prensa del evento y que aglutinaba al casi millar de periodistas acreditados. Una torre de Babel donde se escuchaban indistintas conversaciones en todas las acepciones del español, incluido el castizo de la Madre Patria, y el inglés, francés, portugués y holandés de algunos de los países de las Antillas.

La cara de asombro de muchos solo se comparaba solo a la que puso uno de los profesores a cargo cuando descubrió el día del desfile inaugural que Dominica era un país diferente a República Dominicana. Y el enamoramiento se produjo el día de la ceremonia inaugural, en donde hubo cinco young reporters y un profe de turno, y todo el resto pudo asistir como público.
Ante el requerimiento de los editores de Panam Sports de tener declaraciones de los protagonistas en el idioma que fuera, muchos se aventuraron en el inglés. La alumna Sthefanía Díaz les envió por escrito a todos las preguntas tipos que se hacen en una zona mixta. Pero había otra dificultad: la pronunciación. Desde ese momento llovieron espontáneamente los tutoriales de audio con pronunciaciones. Había de todo tipo. Algunas con el acento flemático de Cambridge y otras con el sonsonete de la frontera de Estados Unidos con México. La solidaria maniobra ayudó a que una reportera que no sabía inglés llegara con las declaraciones del atleta canadiense. Fue trabajo en equipo en su estado más puro.

La tarea fue agotadora de principio a fin. De inmediato comenzó la distribución del trabajo. El Parque Cerrillos, el Gimnasio Chimkowe de Peñalolén, la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, la playa de Punta Lobos, la bahía de Algarrobo, el regimiento Granaderos de Quillota, el río Aconcagua y los estadios Sausalito y Elías Figueroa de Viña del Mar y Valparaíso fueron los destinos de varios. Otros permanecieron en el Estadio Nacional, que ofrecía un sinfín de panoramas: hockey césped, atletismo, tenis, baloncesto, deportes acuáticos o patinaje. Pero, andábamos trabajando, no en planes de turismo deportivo.
Experiencia en Santiago 2023
El tiempo en Santiago ayudó a que la experiencia fuera inolvidable. La carpa del casino donde se almorzaba fue similar a un invernadero de plantas tropicales los dos primeros días para luego convertirse en un frigorífico. El MPC no le iba en zaga, ya que hubo mañanas y noches donde hasta Sergio Velásquez, alumno originario de Punta Arenas, estuvo entumecido.

Lo que más nos llenó el espíritu fue ver las caras de alegría cuando nuestros alumnos lograban lo que se proponían. Desde entrevistar al Presidente Gabriel Boric, lo que en lenguaje técnico se llama «sacarle un par de cuñas», hasta lograr construir una gran historia, algo que los otros periodistas profesionales de los medios no lograron ver, y que perfectamente se podría haber publicado en cualquier medio de comunicación prestigioso del mundo.
El periodismo requiere suerte y también solidaridad. Muchos de los esfuerzos se compensan con el humor de las supersticiones. Y la ayuda mancomunada e irrestricta de los distintos equipos de trabajo es fundamental para llegar a puerto. Asignamos duplas de reporteo. Nunca dejamos a los más amigos juntos e intentamos equilibrar las experiencias: uno de primero generalmente iba con uno de tercero o cuarto. El resultado fue satisfactorio.

Así pasaron 17 días. Algunos tuvieron que estar a las 5.30 de la mañana en Ñuñoa para tomar el bus a Quillota, Pichilemu o Los Andes. Otros se fueron en el último transporte de la prensa, que salía a las 1.30 am rumbo el hotel Nodo de Providencia. Nunca nadie se quejó del cansancio. Pese a las ojeras y los bostezos, siempre hubo sonrisas.
Nosotros, como profesores a cargo, nunca tuvimos duda de que esto sería un éxito. Lo que jamás imaginamos es que fuera tanto. Y cuando pensábamos que lo habíamos vivido todo el reporteo periodístico, nos dimos cuenta que estar en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 desde la vereda de la docencia también cambió nuestras vidas, tal como les ocurrió a los 48 Young Reporters.