El reportaje de título «Ayudar a morir bien» de Israel Durán, alumno de Periodismo Finis, no deja insensible a quien lo lee. La pieza, que fue finalista en la categoría universitarios del Premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado, no ha pasado inadvertida para quienes lo leen.
Giovanni Carmona, trabajador social experto en gerontología, comentó que «el reportaje de Israel enciende una luz que nos permite tener presente una realidad tan palpable, evidente e innegable como es la necesidad de cuidados de miles de chilenos, en donde el Estado evidentemente ha avanzado, pero aún queda muchísimo por hacer».
El profesional que trabajó durante dos décadas en el Hogar de Cristo, explica que «también nos desvela, con gran sensibilidad, que frente al dolor y la muerte muchas veces puede salir lo mejor de nosotros y de las personas que nos quieren. Y entre ellos se encuentran, también, profesionales y técnicos que sienten, al final del día, que recibieron mucho más de lo que ellos entregaron. El verdadero sentido del cuidado: lo que das, te lo das».
El último tabú
A Edison Leiva, psicólogo clínico que trabaja en cuidados paliativos en Osorno, el reportaje le tocó profundamente. «Me sacudió, pues le dio luz a una duda que me afligía desde el primer momento en que empecé a trabajar en una Fundación que brinda cuidados paliativos a pacientes con cáncer terminal. Cuando me contactaron para que prestara servicios, no entendí por qué estaban tan interesados en mi trabajo, dado que no cuento con especialización formal en el área, sólo la experiencia de haber asistido a pacientes adultos mayores que eventualmente tenían cáncer».
«Nos desvela, con gran sensibilidad, que frente al dolor y la muerte muchas veces puede salir lo mejor de nosotros y de las personas que nos quieren».
Giovaanni Carmona, trabajador social experto en gerontología.
Leiva explica que pensó en renunciar, porque sentía que no tenía las competencias necesarias, pero el reportaje le ayudó a ver la realidad tal como es. «La enfermera que coordina el programa me dijo: ‘No te preocupes, lo que necesitamos tú lo tienes’. Estuve intrigado hasta que caí en la cuenta que lo que se necesitaba, más que un arsenal de técnicas o un dispositivo teórico-práctico, era compasión«.
«Al leer a Israel Durán pude entender mejor el contexto de este trabajo, un contexto carente de recursos, pero sobre todo desprovisto de perspectiva: el buen morir se constituye, en tiempos posmodernos, en el último tabú. Y pocas personas se interesan en asomarse a la orilla de la muerte y acompañar a las personas que tomarán ese barco para cruzar a la otra orilla. Se requiere compasión pero además valor, pues cuando asistimos en cuidados paliativos, de alguna manera nos estamos asomando a nuestra propia muerte, y esto es perturbador».
«El buen morir se constituye, en tiempos posmodernos, en el último tabú. Y pocas personas se interesan en asomarse a la orilla de la muerte».
Edison Leiva, psicólogo clínico que trabaja en cuidados paliativos.
Luis Lira, profesor evaluador del reportaje de título de Israel Durán, comentó que «El reportaje me hizo reflexionar sobre el ámbito del cuidador. Había escuchado vagamente el concepto de cuidado paliativo y lo pensaba como algo lógico para toda enfermedad, pero la preparación que se necesita para acompañar, ser acompañado y la carga emocional que trae el desenlace de una enfermedad es algo impactante«.
El psicólogo Edison Leiva cree que este reportaje ayuda a alertar sobre la carencia de normas para esta área: «Para no dejar solos a quienes mueren, ni a los dolientes, ni al personal de cuidados paliativos, se requieren políticas públicas que se sobrepongan al tabú. Y se requiere coraje para poner al buen morir como parte de nuestra cultura, no sólo profesional, sino de la cotidianeidad».