Nicolás Sepúlveda, editor del Centro de Investigación Periodística, se ha convertido en una figura destacada en el panorama informativo chileno. Los golpes periodísticos que CIPER ha dado en el último tiempo, donde ha destapado varios casos de corrupción de la clase política, los coloca en una posición de vanguardia. El compromiso con la investigación los han llevado a convertirse en la voz más respetada en el ámbito de la fiscalización a través de los medios.
Durante el encuentro: “Periodismo en tiempos de corrupción” con los estudiantes de Periodismo Finis, Sepúlveda tuvo tiempo de charlar con Postdata Finis para hablar sobre el presente de la actividad y su rol en el sistema democrático.
–¿Usted cree que CIPER se ha convertido en el medio fiscalizador por excelencia?
-No, para nada. Creo que CIPER es un medio más. Hay muchos medios que fiscalizan, lo único que tratamos de hacer es que nuestra pega sea lo más rigurosa posible. Tratamos de mirar los temas que creemos que son los más relevantes. Y eso tal vez nos diferencia de otros medios, pero en ningún caso nos sentiríamos como un medio especial o el único que hace algo. Creemos que el periodismo tiene una labor importante y todos los medios deberían asumir esa labor.
-¿Cómo trabajan los tiempos y plazos en CIPER?
-Hay investigaciones que duran dos años y todavía no publicamos. Y otras investigaciones que pueden ser dos meses, otras cinco, o a veces dos días por un dato que es muy relevante y hacemos un reporteo rápido para publicarlo. No hay un tiempo fijo. Hay investigaciones en las que nos demoramos, pero aún así no las suspendemos porque hay que asumirlas sin importar qué.
–¿Usted cree que la prensa actualmente es el cuarto poder fiscalizador en este caso?
-Creo que la prensa está en una crisis, particularmente en Chile y bueno, a nivel mundial también. No sé si es el cuarto poder, hay que hacer mejor las cosas. Para tener el rol fiscalizador y el servicio público que corresponde, hay que ponerle mucho más rigor, ponerle mucha más calidad, afirmar mucho más la independencia respecto del poder empresarial y político. Hay harta pega por delante.
-¿Ciper no solo cuenta con donaciones?
-El 80 por ciento de nuestro financiamiento proviene de las donaciones de nuestros socios. Además, tenemos un convenio con la Universidad Diego Portales, donde generamos diplomados y pedimos investigación. Eso también nos ayuda a financiarnos. Y, a veces, algunos fondos súper chicos que sirven para remodelar nuestro sitio web.
–¿Qué se debería mejorar para fortalecer este rol fiscalizador que debe tener la prensa en vista de la corrupción del último tiempo?
-Hay que trabajar más. No hay que quedarse con la cuña fácil. Hay que tener una visión crítica de las cosas que nosotros investigamos y poner siempre en el foco que lo que estamos haciendo es para apuntar al bien común y no a los intereses particulares. Creo que por ahí va a ir más la independencia. Si miramos la realidad de la prensa hoy en día, hay poco de eso.