«20 días en Mariúpol» fue postulada al Óscar como mejor película internacional, pero la Academia de Hollywood la encasilló como documental y terminó ganando la estatuilla. Una copia de la cinta fue exhibida el martes en el teatro de la Universidad Finis Terrae, con asistencia completa, dentro de las actividades del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Finis.
La cinta dirigida por Mstyslav Chernov no solo ganó el Óscar. También se impuso en una de las dos nominaciones conseguidas a los premios BAFTA y también obtuvo el galardón del Sindicato de Directores.
Dentro de los invitados estaba el embajador de Ucrania en Chile, Yuri Diudin, quien antes había estado en Periodismo Finis como invitado en un capítulo del podcast Análisis Mundial.
«La posibilidad de proyectar en el teatro de la universidad ’20 días en Mariúpol’, el documental ganador del Oscar este año, es fruto del trabajo conjunto del Observatorio de Asuntos Internacionales, el Área de Extensión Cultural y la Embajada de Ucrania en Chile. Eso posibilitó que más de 300 personas pudieran ver este estremecedor registro de los primeros días de la guerra en Ucrania«, explicó el director del Observatorio, Alberto Rojas.
El profesor Rojas elogió el filme: «Este es un documental que desafía a los espectadores, porque no deja a nadie indiferente. En ese sentido, sus imágenes son un recordatorio de lo que lleva ocurriendo desde hace más de 800 días en este país invadido por Rusia«.
La relevancia dentro del periodismo es clara también de parte de «20 días en Mariúpol», según Rojas. «Es una verdadera ‘clase magistral’ de lo que significa ser un corresponsal de guerra, expuesto constantemente al peligro, pero también a decisiones que implican saber actuar de manera ética», dijo.
Cuando recibió la estatuilla de la Academia por el mejor documental, el director Mstyslav Chernov confesó: «Ojalá nunca hubiera tenido que hacer esta película. No puedo cambiar la historia. No puedo cambiar el pasado. Pero todos nosotros juntos, entre ustedes algunas de las personas más talentosas del mundo, podemos garantizar que la historia se registre correctamente, que la verdad prevalezca y que el pueblo de Mariúpol y aquellos que sacrificaron sus vidas nunca sean olvidados”.