Son más de 200 mil chilenos y más de cinco millones de personas alrededor del mundo que ya se han escaneado el iris a cambio de las criptomonedas que ofrece Worldcoin. La Ley Sobre Protección de la Vida Privada en Chile fue presentada en 1999 y no contempla un organismo especializado en supervisar esta clase de organizaciones. Cabe destacar que son más de siete los países en los que esta empresa no está permitida para ejercer sus funciones, ya que las autoridades han tomado medidas para frenar las actividades hasta que puedan garantizar la protección adecuada de la información biométrica de sus ciudadanos.
*Este artículo fue realizado por Sebastián Amar para el examen de la asignatura de Reportaje, a cargo de la profesora Nicole Salvatierra
Corría el año 2021 y en Chile llegó Worldcoin, una compañía que ofrece criptomonedas en su aplicación World App a cambio de que las personas se dejen escanear el iris. Según el CEO de la empresa OpenAI, Sam Altman, su intención es “democratizar” la moneda virtual para que más usuarios puedan acceder a ella y así ampliar los límites de la economía general.
El iris es un dato biométrico de gran valor, conocido por su estabilidad a lo largo de la vida y su complejidad única en cada individuo, lo que lo convierte en una herramienta ideal para la verificación de identidad.
Felipe Varela, un joven de 20 años y estudiante de derecho en la Universidad Bernardo O’Higgins, decidió aventurarse en el mundo de las criptomonedas en febrero de este año. A través de la aplicación World App, adquirió 6 Worldcoin, equivalentes en ese momento a 25 mil pesos chilenos. Simplemente, se tuvo que escanear su iris. La promesa parecía tentadora, ya que las asistentes del World App le dijeron que el iris solo era necesario para verificar su humanidad. Para Felipe, esto representaba una oportunidad de ingresos fáciles y rápidos, sin imaginar los riesgos que esta transacción implicaría.
Por otro lado, Antonia Carreño, una estudiante de odontología de 20 años de la Universidad Andrés Bello, también se aventuró a obtener las monedas digitales en enero. Sin embargo, su experiencia fue problemática, dado que se ha escaneado el iris en más de una oportunidad por solicitud de la propia World App. “Me he tenido que escanear 4 veces el iris y, además, me pidieron fotos de mi carnet por el frente y al revés para depositarme el dinero de las criptomonedas”, señaló molesta.
Antonia no sabía la importancia ni riesgos que tiene la entrega de un dato biométrico como lo es el iris. Incluso no tenía el conocimiento de que la aplicación no estaba regulada ni certificada en Chile por ninguna entidad encargada y por eso le confió las imágenes de cédula de identidad.
Debido a la desconocida información que hay respecto a la empresa Worldcoin, la Fundación Encuentros del Futuro y Fundación Kamanau presentaron ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso un recurso de protección en contra de los creadores de World App. “Aparte de ser ilegal y arbitrario, vulnera el legítimo ejercicio de las siguientes garantías fundamentales, amparadas en el artículo 19 de la Constitución; garantía de que el desarrollo científico y tecnológico estén al servicio de las personas; el respeto a la vida y a la integridad física y psíquica; el derecho a la vida privada y el derecho a la propiedad”.
Vacíos legales en Chile
En Chile existe una única ley que podría regular al Worldcoin respecto a la venta de información de los usuarios. La Ley Sobre Protección de la Vida Privada, más conocida como la Ley de Protección de Datos Personales, fue aprobada en 1999 y tuvo varias modificaciones, una el 2010 y luego el 2022. Sin embargo, ninguna de estas reformas tuvo que ver con este tipo de venta de información de las personas directamente.
Respecto a esto, Leonardo Soto, diputado de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, explicó que “en Chile tenemos la falencia de que no hay una legislación, entonces hay una ausencia de regulación que permite que estas iniciativas se lleven a cabo sin ningún límite, control, incluso sin que uno pueda evitar la mala utilización de esta para fines nocivos para la misma persona que entrega su iris”.
En siete países el funcionamiento de esta organización no está permitido. Uno de los últimos países que prohibieron esto es España. Según el Grupo de Investigación en Ingeniería de la Privacidad de la Universidad de Valladolid, se descubrió que World App solicita un total de 23 permisos, incluidos 10 clasificados como “peligrosos” que podrían afectar significativamente a la privacidad y seguridad de los usuarios.
En contacto con el Sernac, la entidad afirmó que el objetivo es velar porque los derechos de las personas sean respetados. Además, como entidad fiscalizadora quieren verificar y saber qué harán y cómo resguardarán los datos de cada usuario. Es por eso que oficiaron a la empresa Worldcoin y realizaron una fiscalización en terreno para detectar algún incumplimiento a las leyes. Sin embargo, no han obtenido respuestas al respecto y no descartan medidas judiciales.
Detrás de la creación
Cristián Irribarra, ingeniero del CENIA (Centro Nacional de Inteligencia Artificial), especificó el funcionamiento del Worldcoin y los cuidados que hay que tener. “Esta empresa no sirve si la gente no entrega sus datos, es decir, si no tienen muchos escaneos únicos, no sería nada preocupante, pero más de 200 mil que hay acá en Chile, importa (…) Se sabe que trabajan en la venta de información de las personas, pero ese no es problema, ya que Amazon, Mercado Libre u otras hacen lo mismo. Lo peligroso es qué tipo de información es la que entregan”.
Felipe entregó su RUT a la aplicación del World App, puesto que le iban a transferir a su cuenta las criptomonedas. El joven estudiante recibió el dinero y no tuvo ningún problema, pero no fue hasta las dos semanas después que a Felipe le sacaron todo el dinero que tenía en su cuenta, que eran más de 500 mil pesos. Por suerte, su banco se hizo cargo y le devolvieron todo su dinero luego de nueve días. Desde entonces, Felipe comenzó a dudar en lo que se había metido.
Antonia, en cambio, ha sufrido en reiteradas ocasiones el intento de ingreso a su correo electrónico. Respecto al caso, comentó que han sido ingresos desde distintos países del continente de Asia. “Estoy segura de que fue por eso del Worldcoin que ahora tienen información de mi correo electrónico”, expresó frustrada.
Según Cristián, es muy poco probable que la aplicación World App sea la causante de que te saquen dinero de la cuenta o que ingresen desde un país desconocido a tu correo electrónico, pero no lo descarta porque no hay regulación que verifique el verdadero propósito de esta conocida y a la vez desconocida empresa.
Solución acorde
La propuesta de Soto, en cuanto a la ausencia de regulación, es que están próximos a hacer oficial el ajuste a la ley. “Durante el mes de julio se va a despachar como ley de la República una ley de punta, actualizada, sobre la protección de datos personales”. Además, agregó que “en Europa, específicamente España, tienen reformas muy buenas en base a la seguridad de la privacidad de las personas. Nosotros tomamos muy en cuenta sus reformas para poder trabajar así la ley en Chile”.
Para Antonia y Felipe la preocupación va en aumento, ambos estudiantes compartieron opiniones. El joven estudiante de derecho dijo que “la verdad me preocupa más saber qué va a pasar con mis datos si es que se cierra la aplicación”. Parecida es la preocupación que tiene Antonia. “Yo entregué la foto de mi carnet y no sé en dónde anda en estos momentos y eso me asusta, no quiero que comiencen a utilizar mis cosas o que me roben”.
Para la tranquilidad de ambos jóvenes, el diputado detalló que “una vez la ley comience a funcionar, esta compañía tendrá la obligación de borrar o eliminar los datos biométricos de cada uno de los chilenos que creyó en el escaneo de iris”.
Felipe y Antonia tomaron la decisión de borrar sus cuentas de Worldcoin. Creyeron que no iban a tener inconvenientes, pero la aplicación donde funciona esta entidad, es decir, World App, les pidió ir a un punto donde se pueda escanear el iris y así poder eliminar su cuenta. Antonia decidió no hacerlo porque sabía que no habría solución, pero Felipe se dispuso a ir. Para su sorpresa no encontró en ningún punto de Santiago un Orb (dispositivo con el que se escanea el iris), es por eso que optó por esperar un tiempo. Para su mala suerte, lleva tres semanas en la búsqueda y aún no encuentra una solución.