Desde 1975 que Argentina y Canadá habían disputado todas las finales del hockey césped masculino en los Juegos Panamericanos. Así fue hasta el 1 de noviembre de 2023, cuando Adrián Henríquez, el arquero de Chile, se encargó de arruinarles la noche a los canadienses y, cual pesadilla de Halloween, los dejó fuera en la final al atajar dos de los cinco shootouts, los tiros cortos con los que se definen los partidos. Algo así como los penales en el fútbol.
El encuentro entre Chile y Canadá fue infartante. Los Diablos igualaron 1-1 a cinco minutos del final del tiempo regular. Y en el último instante de partido, Adrián Henríquez le tapó un tiro a quemarropa a los canadienses. Habría sido el final más triste que un libretista podría haber previsto. Adrián ya era héroe, aunque la historia le reservaba dos instantes más de gloria.
Pero la historia de Adrián comenzó mucho antes de la gloriosa noche del hockey chileno en el nuevo estadio de Ñuñoa. Parte cuando comenzó a jugar hockey cuando niño, pero tiene el giro brusco hace un año, cuando decide dejar su trabajo en Chile para irse a probar suerte a la Primera División de Alemania. Adrián es ingeniero civil industrial de la Universidad Católica. Tenía un buen trabajo en Chile, pero apostó, tal como lo hizo en los shootouts, y ganó el premio.
“Cuando clasificamos al Mundial tomé la decisión de dejar de trabajar. Tenía un poquito de plata ahorrada y dije que iba a vivir de ella y que me iba a ir a jugar hockey profesional a Alemania», explica Adrián, quien agrega con plena convicción: “Para levantar el nivel, y si queremos ganarles a estos equipos, hay que jugar en Europa”.
«Es un enfermo de la cabeza, se sabe de memoria todos los tiradores, ve videos hasta las tres de la mañana, va al gimnasio en la noche, está loquísimo», contó su compañero de equipo José Pedro Maldonado.
Henríquez explica: “Amo el hockey. Dejé todo por este deporte. No me imagino la vida sin jugar. A mi polola la dejo en Chile, me voy tres meses a mi club en Alemania y después vuelvo. Por suerte me aguanta. Si pudiera jugar todos los días y todo el día, lo haría. Ante la duda, prefiero entrenar, no me gusta estar en la casa”.
La apuesta fue un pleno total para Henríquez, quien tapó dos de los tiros de los canadienses y logró que en otro el ejecutante rival demorara más de los ocho segundos reglamentarios. Con ello aseguraron el paso a la final contra Argentina que, además de la medalla de oro panamericana, asegura los boletos para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Así, Adrián Henríquez guio a Chile a terminar con la hegemonía canadiense en los Juegos Panamericanos. Se vistió de héroe y quedó en los libros de historia del hockey chileno.