Maximiliano Araya, más conocido como Max, se tituló hace menos de un año en Periodismo Finis. Cuando llegó a la escuela, siempre dejó en claro sus objetivos y dijo desde el primer día que iba a ser animador del Festival de la Canción de Viña del Mar.
Su pasión por la música y el espectáculo lo han llevado a cubrir grandes eventos, como la final del reality Gran Hermano o el propio Festival de Viña, durante su práctica profesional. Ha tenido la oportunidad de realizar varias entrevistas a los personajes del momento en su podcast #EnAprietos. Incluso, es el actual mánager de la ex chica reality, Jennifer Galvarini, “La Pincoya”.
– ¿Cómo llegaste a impulsar tu propio medio?
– Un día, un profe de la U hizo una charla con unos chicos del área digital. Ahí yo dije «quiero hacer algo distinto». Después, en las clases ponían como ejemplo a Matías Olguín y me di cuenta de que yo también quería dejar mi huella. Ahí creé una página que era súper diferente a «La Exclusiva» y se llamaba «Jóvenes al Poder». Éramos como 10 personas pero, por cosas de intereses, se fueron yendo y me quedé solo. Ahí pensé que tenía que ver mis propios intereses y pensé que necesitaba algo bien polémico. Ahí llegó «La Exclusiva».
– ¿La universidad te dio el apoyo que necesitabas?
– Hubo profesores que sí me impulsaron mucho. El profe (Francisco) Sabat, el profe Leo Iturra, la profe Vero Franco de radio y el profe Jorge Rivas, son parte de la universidad, pero también se salían un poco de su rol de profesores y me daban su visión como espectadores. La Vale Lara también me ayudó mucho en el último proceso y me impulsó a seguir. Es súper importante el apoyo, pero también tu constancia y el tú mismo darte el ánimo, el tú aprender. Siempre la universidad te entrega cosas, pero tienes que ser súper autodidacta para aprender por fuera. La mayor parte de mi trabajo en la U lo hacía relacionado con el espectáculo y la música. Me acuerdo que el primer día que entré nos hicieron presentarnos en una cámara y yo dije que quería animar el Festival de Viña. La mitad de mis compañeros se rieron, mientras ellas querían ser la nueva Mónica Rincón. Pero yo no me veo haciendo periodismo tradicional.
– ¿Cómo lograste este gran alcance en tus redes sociales?
– «La Exclusiva» me ayudó mucho, obviamente. Cuando voy a entrevistar a alguien realmente le pongo todo el empeño posible y hago que esa persona se sienta muy a gusto. Con la mayoría me he llevado bien. En Viña conocí a la Naya Fácil. Nunca habíamos hablado antes, pero cuando nos vimos, conectamos y salimos a carretear. Si bien siempre dicen que el periodista no se puede hacer amigo del que le da cuña, acá al menos a mí me ha servido mucho para generar un ambiente de confianza. Si el día de mañana tengo que lanzar un nuevo programa digital, tomaría el teléfono, llamo a la Pincoya, a la Guarén o a cualquiera de los chiquillos, y sé que se acordarían automáticamente de mí.
– ¿Cómo fue tu paso por el Festival de Viña y el reality Gran Hermano?
– Siempre he dicho que fui parte del fenómeno Gran Hermano sin estar encerrado. La experiencia afuera y el furor que se creó fue súper cuático, porque a mí de la noche a la mañana me empezó a ir bien con las entrevistas de este reality. Hay una cosa que no se me olvida. En la final de Gran Hermano estaba entrando en un auto y la gente empezó a golpear las ventanas pensando que era alguna de las finalistas, pero una niña gritó «¡va el de TikTok que hace entrevistas». Y ahí fue cuando aterricé y me di cuenta que el contenido que estaba haciendo funcionó y que la gente me reconocía. No digo que soy el que mejor entrevista, pero sí siento que tengo un público que es potente y que si subo una entrevista con la Pincoya o Marcianeke, me van a apañar. Tengo alrededor de 200 mil seguidores en TikTok y para mí es bacán. Lo importante es que trabajo en algo que me gusta.
– ¿Cuáles han sido las personas que más te han marcado en estas entrevistas?
– Creo que la entrevista a la Trini, porque fue la primera que hice de los eliminados de Gran Hermano y ella venía saliendo con un hate gigante. Me abanderé por la familia Lulo. La Pincoya, la Coni Capelli y el Papá Lulo, entonces iba con un sesgo, pero después la conocí y me di cuenta que era una persona súper simpática. Hay gente con la que he generado una onda y que ha pasado a una amistad más allá de la entrevista.
– ¿Qué proyectos tienes ahora?
– Vamos a crear un proyecto muy bacán con La Pincoya y voy a estar a cargo de la edición periodística, los contactos y toda la producción. Se viene la segunda temporada de mi podcast y quién sabe si en un futuro esté por ahí en algún encierro. Sería súper entretenido pasar de ser el periodista que estaba entrevistando a los chicos a vivir la experiencia. ¿Quién sabe? Lo único que sé es que le voy a poner todo el empeño posible y a dar todo de mí. No voy a ser otra persona que no sea yo.
– ¿Sigue en pie el objetivo de animar el Festival de Viña?
– Tuve mi primer acercamiento a la Quinta Vergara. No había ido nunca y me gustó. De aquí al 2050 voy a animar el Festival de Viña del Mar.