Patricio Abarca cuenta que cuando estaba estudiando periodismo o empezando a trabajar, jamás se imaginó que llegaría a conocer los lugares donde estuvo, incluida una gira que fue una vuelta al mundo.
Al Director de Postgrado de la Facultad de Humanidades y Comunicaciones y profesor de Entrevistas le brillan los ojos cuando repasa los momentos vividos alrededor del mundo, la mayoría de ellos cuando se desempeñaba como periodista deportivo en Las Últimas Noticias. Incluso, se dio el gusto de jugar en uno de los estadios más famosos de Inglaterra.
¿Le sorprendió viajar por muchas partes del mundo gracias al periodismo?
Nunca pensé que llegaría tan lejos. Ni que iba a estar en distintas partes dónde no llega mucha gente. No me lo imaginaba cuando estaba estudiando ni menos cuando empecé a trabajar. En mi carrera me ha tocado estar en lugares bien especiales y entretenidos. El periodismo puede abrir este tipo de posibilidades. El periodismo me hizo ver cosas que no estaban en mi cabeza. Cuando era chico yo leía revistas sobre el mundo. Al momento de trabajar y viajar, era como revivir esas experiencias.
¿Nunca fue su objetivo ser periodista para viajar?
Partamos de la base de que a mí no me gustaba el periodismo. Durante mi etapa escolar, yo quería ser profesor de historia. Empecé a estudiar periodismo y me fui acomodando de a poco en la sección de deportes, que me era más conocida porque me gustaba el fútbol. En Deportes se viajaba mucho y se cubrían partidos y actividades deportivas fuera del país. El periodismo deportivo me llevó inmediatamente a viajar.
¿Cuál fue su primera cobertura internacional?
Fue en Colombia. Fuimos a Barranquilla para un partido entre Colo Colo y Junior en el 94. Jugaba el “Pibe” Valderrama y fue asombroso llegar al estadio, con una temperatura de 40 grados y una humedad espantosa. Y ahí estaba yo cubriendo a Colo Colo. Desde ahí en adelante me tocó seguir clubes y selecciones en el extranjero. Tiempo después, cuando ya era editor de política, tuve que hacer coberturas presidenciales y ahí viajé con el Presidente Piñera muchas veces, principalmente a Europa o Estados Unidos.
¿Va viviendo la experiencia de viajar o va pensando en cómo relatar lo que vive?
Cuando eres muy joven vas como un poco pasmado y te preguntas: «¿Qué hago ante todas las cosas que están pasando? ¿Escribo sobre las diferencias de lo que estoy viviendo, en los idiomas, los olores, las personas?». Te exiges ser eficiente. Uno se mete muchas ideas en la cabeza que, por lo general, hace que te confundas y al final terminas escribiendo la nota periodística muy clásica. Con el tiempo, uno va desarrollando la capacidad de narración.
¿Volvería a ese estilo de vida?
Por supuesto. Son experiencias imborrables. Estar en un palacio en Francia con Sarkozy. Estar al lado de Angela Merkel cuando tocan la canción nacional una banda alemana hace que uno se estremezca. A mí me tocó incluso ir a California, estar en la granja de George Lucas. Son viajes que uno ni siquiera se imagina que puede lograr. Uno es un viajero, un narrador, un observador.
Un «matador» en Wembley
¿Cuál ha sido el partido que le ha tocado cubrir que más le ha impactado?
Cuando Chile enfrentó a Inglaterra en Wembley en el último partido de ese estadio antes de la remodelación. Y la gran actuación de Marcelo Salas.
¿Cómo se vive un partido así como periodista?
Esto es un poco tonto, pero cuando Marcelo Salas hace el primer gol en Wembley y todo el mundo grita y salta, yo me quedé sentado, apunté el minuto y empecé a mirar. Como que yo disociaba mi posición como periodista observador con la de hincha. No digo ni que sea bueno ni que sea malo. Puedo ver eso sin gritar, sin levantarme.
¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuando llega al hotel a escribir su crónica?
En esa época el periodismo era tal vez más formal, era más de hacer un análisis un poco frío también, explicar el partido, porque en esos años no toda la gente podía ver el partido. Hoy todo el mundo ve las mejores jugadas, entonces no les puedes contar los goles. El periodista tiene que buscar el ángulo de lo que no se vio y por supuesto que tenga alguna relevancia.. Con los años que tengo, si volviera a escribir la crónica del golazo de Salas a Inglaterra, la haría distinta. Me iría a escribir para esos chilenos que iban celenbrando en el metro de Londres.