«Adolescencias robadas» es una investigación de título que muestra detalladamente todo lo que viven los adolescentes entre 14 y 17 años que han sido abusados sexualmente en Chile, además de entregar los relatos de jóvenes que fueron víctimas de abuso.
Para Daniela Fabres, integrante del grupo, la motivación para abordar este tema surgió de distintas conversaciones que tuvo con cercanos, donde algunos, a su parecer, normalizaban el abuso que habían vivido ellos mismos o alguien de su entorno cuando adolescentes. El rango etario que eligieron se basó en que es el considerado como abuso de menores con edad de consentimiento.
Cristóbal Fuentes, también autor de la investigación junto a Andrés Sierralta y Enzo Espinoza, señala que «esto era un tema contingente y queríamos contar algo nuevo. Nos llamó mucho la atención esa especie de vacío que existe en el rango de edad que hallamos», explica.
Este «es un proyecto que ahonda en una temática compleja. Los estudiantes de título hicieron una investigación impecable, muy exhaustiva, tomando en consideración distintos puntos de vista. Esto permite a los usuarios quedar bien informados y generar su propia opinión sobre el tema», señala Francisco Sabat, profesor guía de la investigación.
Encontrar a personas que se atrevieran a hablar fue la mayor dificultad que tuvo el equipo para abordar el tema. «Muchos decían que sí y luego me bloqueaban. Otros estaban con paranoia y pensaban que era el abusador que les hablaba. Eso fue lo más difícil«, relata Daniela. Su compañero Andrés añade que «tuvimos que lidiar con tantas cosas. También nos dejaron plantados muchas veces», haciendo referencia a otras circunstancias que entorpecieron la investigación.
Para poder abordar algunos temas que se salían del tronco del reportaje, el equipo utilizaba las redes sociales del proyecto, con la intención de informar sobre otros tipos de abusos que no son tan comunes, como es el caso del masculino.
Sobre las proyecciones en cuanto al reportaje, Enzo Espinoza espera que «se puedan dar a conocer más lo común que es este tipo de delitos. Que ocurre tanto dentro del entorno familiar como fuera de este. Además de las maneras seguras de denunciar los hechos», afirma.