Por Romina Torrealba

Un grupo de WhatsApp del comando En Contra de Peñalolén me invitó a hacer un tour por la comuna de y participé durante una semana en actividades de campaña. Los adherentes iniciaron sus conversaciones la tarde del primer miércoles de diciembre con un conversatorio organizado por el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Corporación Municipal de Peñalolén (CORMUP) en La Casa de los Profesores, en Palena 1616. La instancia contó con la compañía de profesores, el concejal comunista Mauricio Aguilar y el diputado por el Distrito 11, Tomás Hirsch.

La convocatoria no tuvo la asistencia esperada. Éramos nueve en total y tres de ellos estaban presentes porque trabajan con el diputado, por esa razón sacamos las sillas que estaban ubicadas en hileras y nos sentamos en círculo alrededor de una mesa con agua saborizada, galletas y pan de molde duro con jamón. El diálogo se inició recordando el proceso constituyente anterior, en el cual el 62 por ciento de la población rechazó la propuesta constitucional. Comenzó con Hernán González, profesor de arte y música. “Me imagino, no sé si todos los que estamos acá, pero yo soy de los viudos de la propuesta anterior”. Y al parecer, así fue porque todos asintieron con la cabeza. “Soy muy poco crítico porque la consideré muy buena. Tan buena que debería haber sospechado que se iba a rechazar. Yo creo que buena parte de la votación que rechazó esa propuesta tuvo que ver con la manipulación de la información”.

Esa tarde hacía mucho calor, por eso la profesora Carmen Gloria Lefiche nos recibió con aire acondicionado y permanentemente nos servía agua en vasos pequeños.

El conversatorio con el diputado Tomás Hirsh.

Luego, el diputado Hirsch agregó su opinión al análisis anterior: “Creo que hubo un excesivo aceleramiento y entusiasmo por avanzar hacia un segundo proceso sin entender los tiempos de maduración, que tal vez debería haber significado dejar pasar un poco más de tiempo, porque la derecha estaba muy empoderada, eso nos llevó a un resultado desastroso el 6 de mayo del año anterior y hoy nos encontramos con una paradoja insólita. Después del estallido y la movilización más grande que hubo en Chile en las últimas décadas o siglos, que es la del 2019, termina con una propuesta de nueva constitución redactada por la extrema derecha. O sea, ni en el mejor de los guiones a alguien se le podría haber ocurrido”.

El tiempo pasaba y el diputado seguía con sus observaciones hasta que llegó al tema que nos reunía: la propuesta constitucional actual, la cual el parlamentario tildó de “un verdadero mamarracho” por los retrocesos en derechos sociales.

El agua se acabó de los vasos y la profesora Lefiche nos sirvió agua a todos otra vez. Yo me levanté por un café. Estar escuchando a la misma persona tanto tiempo me estaba hastiando un poco. No era lo que esperaba de un conversatorio porque por lo general todos participan y aquí solo hablaba él.

En su relato expresó que lo que más le asustaba era la forma en la que fue redactada. “No es que haya letra chica, lo que pasa es que, si uno la lee sin conocimientos técnicos, es muy difícil de entender. Es más, hay frases que te pueden alegrar. Yo les digo una muy bonita, superbuena, muy buena: El Estado promoverá el derecho a la vivienda. Y te van a decir, ah, qué bonito…”. Y con tono enfático contrapuso esa frase con la siguiente: “Pero no significa nada si tú no pones garantizará, ¿te fijas? Está construida en términos muy tramposos y eso se repite permanentemente”.

Esa última frase me hizo rememorar el 2019 porque no era la primera vez que la oía. Recuerdo que escuché un par de veces por parte de quienes querían un cambio en la redacción del texto constitucional, la importancia de la palabra “garantizará” en el texto.

En tanto el diputado hablaba, todos estábamos en silencio escuchando. Mientras eso ocurría el concejal comunista se acabó el pan de la mesa. Venía del Ministerio de Vivienda y al terminar la reunión me confesó que no había almorzado.

Luego habló del precepto que protege la vida y las consecuencias del cambio de la palabra “que” por “quién”, ya que según él pone en riesgo la ley de aborto en tres causales. Ahí intercedí con un par de palabras, pero el diputado quería seguir hablando porque su foco principalmente era cómo llegar a los vecinos con los alcances claros que tienen los artículos de este texto. “Pero no podemos irnos por la explicación técnica o jurídica, ese no es el camino. La única posibilidad de que la gente capte que es un retroceso es acercarle lo que esto significa existencialmente en sus vidas”.

El diputado siguió hablando, pues se tenía que ir pronto, y el conversatorio se convirtió en una especie de monólogo. “La gente de algún modo ha captado que está mal hecha sin necesidad de explicar tanto detalle. De algún modo la gente captó que acá lo que hay es un intento de la extrema derecha de instalar su visión de país”

Según Cadem, el A Favor ha aumentado a 38 por ciento, la opción En Contra cayó a 46 por ciento y el resto está indeciso. Los asistentes atribuyeron este resultado a los recursos que dispone su contraparte para hacer campaña y quizás hay un poco de razón en eso, solo un poco. Por ejemplo, el comando de La Florida, encabezado por Renovación Nacional, les paga a los volanteros para hacer campaña como un trabajo. En cambio, al menos en este comando del En Contra, son voluntarios los que asisten, por tanto, la convicción mueve a las personas.

Pasó una hora desde que llegamos y el conversatorio llegó a su final. En ese momento todos pudieron decir algunas palabras o hablar más fluido. Acordaron organizarse dentro del comando para salir a la calle a hacer campaña En Contra los días que quedan. El concejal comunista de la comuna, Mauricio Aguilar, ofreció un mapa de calor que describe la posición política de los diferentes sectores de Peñalolén y se comprometió a disponerlo en el grupo de WhatsApp para que sea usado en el despliegue territorial y hacer puerta a puerta como propuso una de las profesoras. Este fue el momento en el que recién los demás pudieron hablar sobre el texto y al parecer, tenían harto que decir y aportar a la conversación.

El concejal valoró la instancia, pero se centró en que esta conversación debía transformarse en acción. “Ponerse a disposición de salir a la calle, conversar con la abuelita, con el de al lado, con todo el mundo. Yo creo que, si bien es cierto, fuimos derrotados todos aquí, pero hay que ser autocrítico. Nosotros no llegamos a un segmento de la población importante. No llegamos a ese porcentaje que nunca votó. Nunca lo tomamos en cuenta porque ese voto es tremendamente conservador. Y ese voto es el que tenemos que ir, en estos pocos días que nos quedan a disputarlo, ir a disputarlo a la derecha”.

Los días pasaron y el concejal no envió lo que prometió y el puerta a puerta no volvió a mencionarse a pesar de que esa idea desbordó en entusiasmo durante el final de la conversación.

Llegó el viernes y pregunté por el grupo de WhatsApp si había actividades el fin de semana. Enviaron un calendario con actividades y todas trataban de lo mismo: volanteo y banderazo.

Consulté si harían puerta a puerta en otro sector de la comuna, pero su respuesta fue negativa, ya que no lo veían necesario, pues el encargado del grupo afirmó que la franja del En Contra “es buena e informativa”. Sin embargo, según la encuesta Cadem “la franja del A Favor es evaluada con nota 4,3 mientras que la del En Contra obtiene un 3,8. En este contexto, la franja para aprobar logra comunicar mejor sus ideas (43 por ciento vs. 30 por ciento), es más creíble (41 por ciento vs. 26 por ciento) y es más transversal (41 por ciento vs. 23 por ciento)”.

El sábado asistí por la tarde al banderazo organizado por adherentes del Partido Socialista en Quilín con Américo Vespucio. El sol estaba radiante, quizás demasiado.

Estuve junto a siete vecinas de San Luis de Macul entregando volantes informativos sobre por qué la Propuesta Constitucional no es una buena opción para el país. Nos turnábamos la sombra que daba el único árbol que había en la rotonda. Hubo conversaciones políticas y muchas risas, salvo por los improperios que gritaban desde los autos por la campaña de En Contra. Y también por la ropa que yo estaba usando, pues estaba con short.

La jornada fue corta y calurosa, pero fraternal entre mujeres. El agua y el bloqueador no faltó, pero sí los volantes, por esa razón tuvimos que irnos muy temprano. Estuvimos alrededor de 40 minutos al costado de la autopista. Al finalizar la actividad les saqué una foto.

El domingo fue mi último día participando en el comando En Contra por Peñalolén. Quedan cinco días de campaña, según el calendario hay una actividad de volanteo y banderazo a las 12 horas en Tobalaba con José Arrieta mientras se desarrolle la feria libre. Alisté mi agua, lentes de sol y me fui, pero cuando llegué no vi a nadie. Esperé media hora, pero nadie llegó. Pregunté por el grupo de WhatsApp por la actividad, pero nadie me respondió.

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