Para lograr los ODS, pequeñas acciones cotidianas como reducir el consumo de energía, optar por productos sostenibles, reciclar, apoyar a empresas locales y educarse sobre temas globales, pueden contribuir significativamente.
-Loredana Giustolisi Marcoccia.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU son 17 metas globales adoptadas en 2015 por 193 países, con el objetivo de enfrentar problemas urgentes como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático para el año 2030. Estos objetivos forman parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que busca acciones coordinadas y esfuerzos conjuntos en todo el mundo.
Estos objetivos incluyen: fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación e infraestructura, reducción de las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables, acción por el clima, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres, paz, justicia e instituciones sólidas, y alianzas para lograr los objetivos.
Desde su adopción, los ODS han facilitado muchos avances, como la reducción de la pobreza extrema del 10% en 2015 al 9.2% en 2019. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 revirtió muchos de estos logros, sumiendo a millones de personas nuevamente en la pobreza y aumentando la inseguridad alimentaria, con 690 millones de personas que aún sufren de hambre.
La tecnología y la innovación son vitales para avanzar en los ODS. Desde la digitalización en la educación hasta el uso de energías renovables, la tecnología ofrece soluciones eficientes y sostenibles. Sin embargo, la inversión en investigación y desarrollo continúa siendo desigual, lo que limita el progreso en muchas regiones.
Para lograr los ODS, nosotros como ciudadanos tenemos un papel importante. Pequeñas acciones cotidianas, como reducir el consumo de energía, optar por productos sostenibles, reciclar, apoyar a empresas locales y educarse sobre temas globales, pueden contribuir significativamente. Al adoptar estas prácticas, cada persona puede ser parte del esfuerzo global para construir a un futuro más sostenible.
