Por: Carolina Clavería

La sostenibilidad se ha convertido en una herramienta crucial para el desarrollo global, con un enfoque en frenar el cambio climático y mejorar la calidad de vida de manera equitativa. Este concepto, respaldado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), abarca cuatro áreas clave: ambiental, económica, social y política.

En el marco del Mes de la Sostenibilidad, nos complace como universidad cubrir y reportear diversas actividades relacionadas con esta temática, las cuales podrán seguir a través de las redes sociales de Post Data. 

¿Qué es la sostenibilidad?

En palabras simples la sostenibilidad, como lo define la Real Academia Española (RAE) es la capacidad de mantener algo sin agotar los recursos disponibles, es mucho más que una simple palabra. En un contexto global, se ha convertido en una estrategia esencial para combatir el cambio climático y promover un desarrollo que asegure el bienestar de las generaciones actuales y futuras.

La UNESCO identifica cuatro tipos de sostenibilidad que son fundamentales para alcanzar estos objetivos:

  1. Sostenibilidad ambiental: Enfocada en la gestión eficiente de los recursos naturales, esta área es clave para el crecimiento ambiental y la producción sostenible. Su objetivo es proteger el medio ambiente mientras se promueve un desarrollo económico que no lo comprometa.
  2. Sostenibilidad económica: Busca equilibrar el crecimiento económico con la preservación de los recursos del planeta. La idea es que las actividades económicas sean sostenibles a largo plazo, sin causar daños irreparables al medio ambiente.
  3. Sostenibilidad social: Esta dimensión se centra en lograr un equilibrio entre la sociedad, la economía y el medio ambiente. Busca unificar el crecimiento económico con la protección ambiental, asegurando que todos los miembros de la sociedad se beneficien de un desarrollo equitativo.
  4. Sostenibilidad política: Fundamental para la creación de políticas públicas que apoyen la sostenibilidad en todas sus formas, asegurando que las decisiones gubernamentales promuevan un desarrollo equilibrado y responsable.

La sostenibilidad no solo es un concepto teórico, sino una necesidad práctica en la actualidad. La creciente preocupación por el cambio climático y la presión sobre los recursos naturales hacen que sea imperativo que las nuevas generaciones comprendan y adopten prácticas sostenibles en todos los aspectos de la vida. 

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